Tras una intensísima deliberación en la que ha sido necesario reconducir la actitud de un jurado más empeñado en hacer arder a las obras seleccionadas -junto con sus autores- que en premiarlas, por fín se ha alcanzado un fallo: El Premio Truñolibro 2013 a la peor obra leída en el año corresponde a... ¡tachán! LOS ENAMORAMIENTOS, de Javier Marías.
Cabe señalar que la decisión no ha sido unánime. Algunos miembros del jurado expresaron el temor de que Javier Sierra tome esta derrota como una afrenta personal y contraataque escribiendo un libro aún más horroroso que El Maestro del Prado. Ha sido necesario calmarlos explicándoles que es muy difícil superar un truño así y que, además , estamos demasiado avisados ya como para volver a leer una obra suya.
En la decisión de otorgar el Premio Truñolibro 2013 a Javier Marías ha pesado y mucho que Los Enamoramientos esté entre las cinco novelas finalistas que optan al National Book Critics Awards 2013, una asociación que engloba a 600 críticos literarios norteamericanos.
Que un libro así esté nominado en un país donde, como afirma el propio autor, apenas se le conoce y prácticamente no está traducido, evidencia lo que muchos sospechábamos desde hace tiempo: que los críticos, en su inmensa mayoría, no leen los libros que comentan. Algo que algunos solucionan copiándose entre ellos y otros, los más hábiles, mediante la táctica de loar a extraños autores ignotos para sus lectores. Prácticas de por general inofensivas pero que, en el caso que nos ocupa, podrían devenir en una catástrofe de dimensiones impredecibles. Y es que resulta difícil de mesurar el daño que podría provocar una exposición prolongada a Los Enamoramientos entre una población tan poco preparada como la norteamericana para la agresión externa.
Por tanto, el Premio Truñolibro en su edición de 2013 no puede limitarse a ser un reconocimiento sino que se siente obligado, por puro sentido de la responsabilidad, a ejercer una misión solidaria como servicio público: alertar y prevenir a los buenos habitantes de ese gran país que es Estados Unidos del peligro real que sus cerebros corren. Avisados quredáis, brothers.
Hecha pues entrega virtual del premio, recordando el sentido humorístico de este certamen, y admitiendo que al flamante ganador de este año le sobra arte, oficio e inteligencia como para no volver a aparecer nunca más en esta lista del oprobio, damos por cerrado el Premio Truñolibro 2013 y abrimos la edición de 2014.
Que los Dioses nos cojan confesados.