diciembre 31, 2007

Martí Gironell EL PONT DELS JUEUS (EL PUENTE DE LOS JUDÍOS)

PRIMER GANADOR DEL PREMIO TRUÑOLIBRO EN SU EDICIÓN 2007

Aunque esta novela se ha colado ante mis sufridos ojos en las postrimerías del año, no cabe la menor duda de que “El pont dels jueus” merece alzarse con el premio al peor libro que haya podido leer durante todo 2007.

La novlea de Martí Gironell ha hecho buena “la bodega” de Noah Gordon, ha salvado de la quema a “el Afgano”, de Forsyht -quien, a fin de cuentas, es víctima de su propio estilo- y, siendo tan malo como “la clave Gaudí” de Carranza y Martín resulta mucho menos original.

A partir de “los pilares de la tierra” de Ken Follet parece haberse instalado un subgénero de novela histórica, en la que bajo la excusa de construir lo que sea -catedrales, iglesias, puentes...- se reconstruye un período histórico, con preferencia a lo medieval, que sirve de marco a aventuras de capa y espada.

“La Catedral del Mar” de Ildefonso Falcones es un claro ejemplo de este estilo. Una estupenda recreación histórica enfrentada a una trama, unos personajes y unas situaciones más propias de la literatura infantil o juvenil que de una novela para adultos.

“El pont del jueus” da una vuelta de tuerca más a esta fórmula. La ambientación dista de ser correcta -lo cual en una ficción tampoco es importante-, la trama es un batiburrillo de inconexiones y sin sentidos y los personajes disponen de tan escaso perfil que acaban situándose en un plano en el que que, de puro tontos, pierden toda credibilidad.

Añadan a esto una influencia muy mal digerida de ascendentes literarios como Harry Potter -a años luz de esta novela- y entenderán los motivos que me impulsan a proclamar a “el pont del jueus” como el peor libro que he tenido el dudoso placer de leer en 2007.

Pd: Como es lógico esta visión es subjetiva, personal y no tienen por qué tomarla en consideración. Eso sí, después no digan que no les avisé.

diciembre 28, 2007

Alicia Giménez Barlett UN BARCO CARGADO DE ARROZ


“Me das asco, tío, me das asco. Voy a ir a por ti, a la mínima que hagas yo sí voy a matarte, ¿me entiendes?, te mataré y luego amañaremos las pruebas para que nadie me acuse. Hay que limpiar de basuras esta ciudad, en eso lleváis razón”. (La inspectora Petra Delicado mientras encañona en la boca a un skin en comisaría)

Vuelve Petra Delicado y lo hace más histérica que nunca. No se puede decir que la inspectora lleve bien el tránsito a la vejez y cuando no desahoga sus propias frustraciones a copazos lo hace vertiendo su mala leche contra todo bicho viviente.

En medio, una trama que ya empieza a ser arquetípica en nuestra novela negra: las conexiones entre los sectores más marginales y las clases más poderosas a través del crimen y la ilegalidad. Nada nuevo bajo el sol.

Si han seguido la saga de Petra Delicado y el subinspector Garzón descubrirán lo poco que han cambiado en estos años, aunque disfrutarán al reencontrarse con dos viejos conocidos. Por el contrario, si se acercan por primera vez al imaginario de la Alicia Jiménez Barlett, hallarán en un barco cargado de arroz una novela policíaca digna y poco más. Lo cual no es poco.

Eso sí, reconozco que me preocupa el futuro de estos policías, ahora que los Mossos d’Esquadra han asumido las funciones policiales en Barcelona. La verdad, a estas alturas no me los imagino cambiando de cuerpo.

Claro que, a juzgar por las hostias que reparte Petra, bien podría acabar en la comisaría de “les Corts”.

Paul Torday. LA PESCA DEL SALMÓN EN YEMEN

“¡Y ahora vienen unos árabes diciendo que quieren salmones! ¡En Yemen! ¡Para pescar! Pues claro que piensan que estamos medio locos!”
(Jeque Mohamed ben Zaidi al Dr. Alfred Jones)

Reconozco que tomé este libro entre mis esperando enfrentarme a un émulo de Tom Sharpe. Y aunque sus páginas destilan humor muy británico que abarca desde la ironía a las situaciones más delirantes -no se pierdan la surrealista escaleta del concurso televisivo para países árabes en conflicto- debo reconocer que la novela de Paul Torday va mucho más allá.
La pesca del Salmon en Yemen es una continua metáfora de la sociedad que nos ha tocado vivir y que refleja sus anhelos, incomprensiones, sueños e injusticias. Una caricatura tan divertida como poco inocente, planteada con un sentido crítico corrosivo e inmisericorde.
La obra se hilvana a base de memorandums, e-mails, actas, comunicados, cartas, notas de prensa o extractos de un diario personal, soportes que marcan el estilo de la obra.
En definitiva, un libro ameno, muy actual y que ofrece suficientes matices como para que el lector lo disfrute más allá del simple divertimento.

diciembre 16, 2007

Premio Truñolibro 2007

El premio al peor libro que haya leído durante el año va ha estar muy disputado en la presente -y primera- edición. Desde luego, La bodega de Noah Gordon reúne todos los requisitos para alzarse con el galardón, aunque deberá medirse a obras tan espantosas como El afgano de Frederyck Forsyth o La clave Gaudí, de Esteban Martín y Andreu Carranza.

Eso sí, La bodega es un libro ideal para regalar en estas fiestas a aquellos cuyo acercamiento a la literatura empieza -y en muchos casos acaba- con novelas como Los pilares de la tierra o La catedral del mar. Es lo mismo pero en peor, con lo que quizá a sus receptores les guste tanto o más.

Para colmo, antes de que acabe el año aún dará tiempo a que se postule otro firme candidato al truñolibro 2007. Según mi esposa, El pont dels jueus -El puente de los judíos en castellano- se presenta como caballo ganador. Miedo me da.

Por cierto, se aceptan sugerencias.

De nuevo en la brecha

Me despedía en el artículo anterior diciendo que "veinte años no es nada". Por lo tanto, este paréntesis de poco más de uno debería considerarse pura anécdota.
El caso es que sigo echando de menos hablar de libros y mi blog principal no parece ser el foro más adecuado para ello.

Así que trataré de recuperar tan sana costumbre desde aquí. A fin de cuentas, abriendo la quinta puerta fue mi primera experiencia en el mundo de los blogs y le tengo un cariño especial.

Eso sí, no prometo nada