abril 29, 2013

Dolores Redondo EL GUARDIÁN INVISIBLE

"El gesto la llenó de nostalgia de un verano que quedaba tan lejano como si perteneciese a otro mundo, un universo de luz y calidez donde eran imposibles las niñas muertas abandonadas en el lecho helado del río".

Mi empeño en no desvelar la trama de las obras que comento me obliga en ocasiones a hacer aseveraciones que después no demuestro sobre el papel, ya que hacerlo significaría entrar en detalles del argumento. Y es una pena, ya que, sin ejemplos claros que ilustren lo que cuento, algunas de estas conclusiones pueden parecer críticas gratuitas.

Así, si les digo que el final de El Guardián invisible es tan absurdo que resta credibilidad a toda la obra, me tengo que morder la lengua para no mencionar qué puntos concretos son inverosímiles, a riesgo de revelar el desenlace del libro. Por ello les animo a que descubran esas incongruencias por sí mismos. Les aseguro que será bastante fácil hacerlo.

¿Puede un mal final arruinar todo un escrito? Sin duda lo marca, pero no lo anula. Y El Guardián Invisible es una buena historia. Nótese que digo historia y no novela, ya que a nivel estilístico hay un notorio aire de precipitación que invade todo el libro. Dicen que los derechos cinematográficos de esta novela han sido vendidos a la productora de la saga Millenium antes incluso de su publicación. La propia Dolores Redondo confiesa también que la idea de convertir su novela en una trilogía no ha partido de ella, sino de la editorial.  Todo ello explicaría tanta urgencia en poner el libro en la calle, premura que se se evidencia, al menos en la edición que manejo, (Círculo de lectores, por licencia de Editorial Destino, 2013) en una cantidad de erratas muy superior a las habituales. Las iteraciones son permanentes y las faltas de puntuación exageradas. También encontramos párrafos que parecen colocados sobre algunos capítulos a posteriori, en plan corta y pega, truncando el estilo general de la narración.

"Las cartas son una puerta,  como una puerta no debes abrirla porque sí, ni dejarla abierta después".

En resumen, Dolores Redondo plantea en El Guardián Invisible una historia interesante aunque muy mal rematada –el final es horroroso- y escrita de forma irregular. Un relato que, con una buena adaptación, medios y un director competente, debería convertirse en una película excelente, pero que como literatura, sin ser tampoco el truño que temía en mi anterior entrada, lo cierto es que no acaba de funcionar.

abril 18, 2013

Sant Jordi 2013: Qué leer, qué regalar y de quien huir.


Como viene siendo habitual, Abriendo la quinta puerta se suma a la festividad de Sant Jordi, día del Libro y la Rosa. Dado que es imposible regalarles una flor a todas y todos ustedes, permítan que me centre en el tema literario y que lo haga en base a unas modestas recomendaciones.

QUÉ LEER. (Libros que uno desearía para sí mismo. Ideales para regalar a las personas que quieres)

Enrique VIla-Matas AIRE DE DYLAN. Aunque este autor no necesita presentaciones, el hecho de que Paul Auster lo cite como una gran influencia habla de su calidad como escritor.


Andrea Camilleri LA EDAD DE LA DUDA. Camilleri tiene ya 88 años. Le deseo larga vida pero, por si acaso, degusten cada una de sus novedades como si fuera la última.


Alicia Giménez Barlett NADIE QUIERE SABER. Hoy día la gente cuando va a los bares pide agüitas o gin tonics de diseño. Petra Delicado quizá sea la última mujer sobre la faz de Barcelona capaz de acodarse en la barra de un bareto para despacharse un coñac doble. Sólo por esto merece la pena seguir leyéndola.


Paolo Giordiano. EL CUERPO HUMANO. No llegué a leer La Soledad de los números primos, pese a tenerlo por casa. De esta nueva obra me han llegado excelentes referencias.


Cristina Fallarás A LA PUTA CALLE. Crónica de un deshaucio en primera persona escrito  a partir de la terrible vivencia personal de Cristina, una escritora y periodista con varios premios a cuestas, entre ellos el prestigioso Hammet de novela negra. Un libro duro pero necesario.


QUÉ REGALAR (libros a evitar. Perfectos para regalar a las personas que desprecias)


Dan Brown INFERNO. No saldrá a la venta hasta el 16 de mayo, pero ya puede reservarse. Con el resguardo y una rosa salvarán el expediente.  Eso sí, escojan bien a quien se lo regalan. Bastará que Inferno sea la mitad de malo que El símbolo perdido para que quien reciba semejante truño les odie de por vida.


Dolores Redondo EL GUARDIÁN INVISIBLE. Aclamadísima novela, traducida a varios idiomas y con los derechos cinematográficos vendidos al productor de la saga Millenium. Incluido en esta lista porque lo estoy leyendo en la actualidad y, de momento, me parece un truño. Igual la cosa cambia y estoy siendo injusto en mi apreciación. Si es así rectificaré.


Ildefonso Falcones LA REINA DESCALZA. La bomba literaria del año. Será la verdadera estrella de este Sant Jordi. Perfecto para regalar a quienes huyen de las librerías como si transmitieran la peste, aunque se deshagan en elogios al hablar de Los Pilares de la Tierra de Ken Follet.


Javier Sierra    EL MAESTRO DEL PRADO. Con este autor hay que tener mucho cuidado. Su anterior obra, galardonada en este blog, era altamente tóxica. Sin embargo, la propuesta de Sierra de profundizar en los secretos que esconde el museo del Prado tiene su punto. Ideal para regalar a alguien cercano y, tomando todas las prevenciones, echarle fugaces vistazos cuando nadie mire.


Pilar Rahola EL CARRER DE L’EMBUT
Ejemplo claro de tertuliana metida a novelista. Sorprende que el libro sólo tenga 256 páginas y no unas 5.000, extensión que hubiera estado más acorde con lo mucho que raja Doña Pilar.


DE QUIEN HUIR (libros para no regalar ni a tu peor enemigo)


Nadie, por despreciable que sea, por vomitivas que resulten sus acciones o por criminales que hayan sido sus actos, merece como castigo que le regalen un libro de Jorge Javier Vázquez. La crueldad tiene un límite.

Para acabar, les dejo este enlace, cortesía de Llegir en cas d’incendi,  donde encontrarán un listado de los autores que firmarán libros en Sant Jordi en Barcelona, con los horarios y ubicaciones previstas. Que lo disfruten.

abril 16, 2013

Andrés Vidal EL SUEÑO DE LA CIUDAD


"Los faldones de los fracs entrechocaban con ruido sordo, mecidos en el aire por los pasos cortos y seguros, en espera de encontrar el círculo adecuado, la conversación precisa, el negocio perfecto".

La Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX ejerce, desde hace varios años, un atractivo irresistible para muchos autores.  En la abundante producción literaria ambientada en este periodo encontramos obras de todo tipo, desde pequeñas maravillas como Rosa de Foc de Joan Agut (QEPD) hasta libelos perfectamente olvidables.

El Sueño de la Ciudad también se centra en la Barcelona de principios del siglo XX y lo hace, además, apoyado en la figura de uno de los grandes nombres de la época: Antoni Gaudí. El célebre escultor catalán también ha sido referencia en multitud de obras, desde novelas de contenido histórico hasta relatos de corte esotérico. Pienso en este caso en la infumable la Clave Gaudí de Andreu Carranza y Esteban Martín, uno de los libros más malos que he leído en mi vida.

Pues bien, con tales mimbres, Andrés Vidal teje una historia que, bajo mi punto de vista, peca e acudir en exceso a los estereotipos literarios de esa época, sin aportar apenas nada que la haga reseñable. El patriarca hacendoso, los herederos díscolos, la mansión de Sant Gervasi, los barrios obreros, El Casino de l'Arrabassada, las barracas de Somorrostro, todo suena a demasiado familiar, reconocible y, lo peor de todo, a ya leído en otros libros, algunos firmados por plumas muy solventes.

El ritmo es propio de un relato costumbrista, apoyado en exceso, por ingredientes y recursos propios de la novela romántica. Sólo tras cuatrocientas y pico largas páginas y a menos de cien del final despierta la acción, pese a que ésta se intuye desde el principio del libro. Y lo hace con demasiada urgencia, rompiendo la languidez que hasta ese momento domina la novela. De una página para otra los personajes principales cambian de carácter y la trama se resuelve de una forma tan precipitada que parecería como si el autor, de repente, cayera en cuenta de que había que liquidar el libro cuanto antes.

Como desagravio cabe decir que me ha gustado mucho el tratamiento que el autor otorga a Gaudí, personaje al que se acerca con cariño y respeto, y a su obra más conocida, la Sagrada Familia. Andrés Vidal evita la fácil tentación de involucrar al personaje y su monumento en la trama, y los usa como sutil hilo conductor de la narración.

Como conclusión, recomendaría El Sueño de la Ciudad tan sólo a quienes consideran la ciudad de Barcelona como un género literario en sí mismo. No creo que les encante, pero encontrarán muchos de los elementos que caracterizan a este tipo de narraciones.

abril 01, 2013

Andreu Martín SOCIEDAD NEGRA

“Me da igual, no importa, no te vincules, no te comprometas, no te enamores, no desees, no te hipoteques, no busques, porque todo ello te esclavizará. No persigas bienes materiales, pero tampoco y sobre todo bienes celestiales, porque estos te esclvizarán más”.

España es un estado muy corrupto. Muchísimo. Vivimos en el país en la que los bancos roban a sus clientes, los reyes a sus súbditos y los políticos a todos. Este contexto obliga a reflexionar sobre el papel que ocupan hoy día las mafias tradicionales. Estoy convencido de que los mafiosos son meros empleados a sueldo de empresarios, políticos, dignidades eclesiásticas, constructores y banqueros, pese a que siempre se nos ha vendido lo contrario.

Sirva esta larga introducción para ilustrar el ánimo con el que me he enfrentado con la última novela de Andreu Martín, centrada en el despliegue de las mafias chinas en España. Añádase además el escándalo de Gao Ping -un ejemplo perfecto para ilustrar el nivel de corrupción al que se ha llegado en España- y se entenderá el interés que tenía por abordar el libro.

Sociedad Negra es una buena novela, con una acción impecable, una documentación precisa y un buen ritmo narrativo. Sin embargo, a nivel de contenidos, para mí gusto se queda un poco corta. Quizá porque se centra más en la infantería de las triadas que en su alto mando. Y los sicarios, extorsionadores o proxenetas de cualquier organización criminal se parecen demasiado unos a otros. Una oportunidad perdida pues, por lo demás, el retrato que el autor hace de la comunidad china en nuestro país es bastante convincente.

“Yo no sabía si a esos había que llamarlos tríadas o simplemente hijos de puta...”

Andreu Martín ha escrito esta novela a dos voces; la de un veterano policía nacional y la de un joven trapicheador hispano chino. Esta bicefalia le permite abordar la trama bajo dos puntos de vista diferentes. Un recurso literario que el escritor resuelve con maestría. Sociedad Negra es un libro que gustará a los amantes de la novela negra o los relatos de actualidad. El único requisito a la hora de enfrentarse a la novela es no ser demasiado impresionable ante los efectos que una katana puede obrar en el cuerpo humano. Avisados quedan

marzo 18, 2013

Paul Auster DIARIO DE INVIERNO.

"Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quiénes somos, es sólo porque vivimos dentro de la mirada de los demás".


Reconozco que, tras comprar este libro, lo he mantenido casi un año en la estantería antes de decidirme a abordarlo. ¿El motivo? Buscaba un momento especial para leerlo. Amén del estilo personal de Paul Auster, sabía que con este Diario de Invierno me iba a tocar enfrentarme a una obra especialmente introspectiva y que sus escasas doscientas no ocultaban lo denso de su lectura. Esperé además a disponer de un estado de ánimo propicio por mi parte, ya que es fácil deducir en torno a qué girará la autobiografía de una persona que ha cumplido sesenta y seis años.

Confieso también que cuando al fin lo trasladé del anaquel a la mesita de noche, refugio habitual de mis lecturas, lo hice con la intención de que este libro me ayudara a dormir. No me malinterpreten. Para mí, que un libro te haga conciliar el sueño es una virtud que ya he reivindicado alguna vez en este blog. La mala literatura me solivianta, o me despista, o me hace perder el interés, y casi siempre me obliga a leer rápido para acabar cuanto antes con aquel tostón. Pero un libro cuyos renglones te obligan a reflexionar más allá de lo que te muestran, que te susurra frases amables al oído y, a la postre, te roba la conciencia para abrirte las puertas de Morfeo, resulta para mí toda una bendición.

Pues bien, con este Diario de Invierno he fracasado.


La culpa la tiene Paul Auster y lo bien que escribe. Al final no ha habido calma ni leches, la obra me ha prendido desde las primeras páginas y no sólo no me ha hecho dormir antes, sino que me ha robado horas de sueño. Lo más sorprendente es que tal efecto lo ha conseguido una biografía parcial y desordenada, centrada en demostrar que Paul Auster es un tipo normal, con una vida trufada de pequeñas miserias y alegrías, miedos, deseos e ilusiones.



"Pero lo que más añoras es el mundo tal como era antes de que estuviese prohibido fumar en los locales públicos"


Emociones cotidianas, en definitiva, que el autor sabe situar por encima de su propia persona hasta llevarlas al terreno de lector, quien es fácil que acabe reflexionando, no ya sobre lo que lee, sino sobre sí mismo.

Diario de Invierno es un libro excelente, que demuestra que nunca es mal momento para enfrentarse a la buena literatura.

marzo 15, 2013

Maurizio de Giovanni LA PRIMAVERA DEL COMISARIO RICCIARDI


“Era la primavera que bailaba de puntillas, giraba ligera, aún joven, alegre, todavía ajena a lo que traería, pero con unas ganas enormes de sembrar un poco de desorden en las cosas. Sin segundas intenciones, por el puro gusto de mezclar las cartas. Y la sangre de la gente.”


Que bajo la etiqueta de novela negra se etiquetan obras muy dispares es un hecho incontestable. Y que los autores del género policíaco cada vez se esfuerzan más en dotar de elementos originales a sus historias y personajes, también. La primavera del Comisario Ricciardi es un perfecto ejemplo de estas afirmaciones.

En primer lugar, Maurizio de Giovanni se aleja de los escenarios tópicos del género para situar su obra en la Nápoles de principios de los años 30, durante dictadura de Mussolini. Una época convulsa y una de las ciudades, para lo bueno y para lo malo, más singulares del mundo.

En segundo lugar, el protagonista de la obra, ya convertida en saga, es Ricciardi, un comisario a cuyo lado el inclasificable Adamsberg, ese extraño ser creado por Fred Vargas,  parecería un tipo de lo más normal. Raro, raro, raro.

“El hombre que mira es el que no vive. Solo puede ver cómo pasa la vidade los otros y vivir a través de ellos. El que mira no consigue vivir”.


Y en tercer lugar, el autor parece decidido a alejarse de los tópicos estilísticos del género negro -lenguaje directo, crudeza...- para presentarnos una prosa llena de lirismo, con pasajes casi poéticos y un planteamiento coral que puede despistar en un principio. 


¿El resultado? Una estupenda novela, llena de magia y en la que, lejos de una excusa para el título, la primavera es protagonista destacada de la narración. Al igual que la ciudad de Nápoles. De hecho el final, que como siempre no desvelaré, tiene mucho de opereta. ¿O tarantela?

Este libro pertenece a una saga que comenzó con El invierno del comisario Ricciardi y que, al más puro estilo Vivaldi,  ya ha recorrido la primarera, el verano y el otoño; un perriplo estacional al que sin duda pienso sumarme. ¿Por qué? Porque este libro me ha gustado mucho y porque Maurizio de Giovanni ha logrado con él algo que hasta hace poco hubiera creído imposible: reconciliarme con Nápoles, esa ciudad que llegué a definir como la más fea del mundo.

marzo 01, 2013

Lorenzo Silva LA MARCA DEL MERIDIANO

"Educada en la tirria hacia lo catalán que de un modo u otro se les inculca a todos los criados en los dominios de la vieja Corona de Castilla, el acto le resultaba per se lo bastante incómodo como para pensárselo dos veces, pero además el aspecto de aquella planta comestible parecía suscitarle alguna desconfianza (La agente Chamorro ante un calçot)


No es la primera vez que Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, los convencidos miembros de la benemérita creados por Lorenzo Silva, han hecho ganar premios a su autor. Lo lograron en el año 2000, al alzarse con el Nadal gracias a “El Alquimista Impaciente”. Y han repetido hazaña en 2012, donde lograron llevarse nada menos que el premio Planeta con el libro que nos ocupa.

Reconozco que no he leído todos los libros de esta pareja de guardias civiles, aunque los dos o tres que han pasado por mis manos me dejaron un buen sabor de boca. Una sensación que se ha repetido en este libro, a pesar de algunos matices que señalaré.

En la parte posiitva, los argumentos de más peso: lo bien trabajado de los personajes principales, la indudable solidez de la trama y la excelente prosa que destila la obra. En un aspecto muy diferente, también me ha gustado la claridad y la falta de tapujos con la que aborda un tema tan espinoso como es la imagen que para muchos españoles proyecta Catalunya.


Respecto a los aspectos que menos me han agradado, reconozco que son bastante subjetivos e incluso alejados de la crítica literaria. El problema es que mi visión de la guardia civil casa muy poco con la que muestra Lorenzo Silva, por lo que entiendo como arenga y exaltación del espíritu castrense pasajes que quizá el autor no planteó así. Además, debido a lo bien construidos que están los protagonistas, me es difícil comprender en ocasiones cómo razonan o actúan. Así, aunque intente identificarme con el brigada Bevilacqua, por ejemplo, no llego a ponerme en su piel. Y es que nunca acabaré de fiarme de un tipo que se despierta cada mañana al son del himno de la legión.


"El estilo castrense, también allí, y por si lo olvidábamos cuando andábamos por la calle jugando a policías, nos recordaba que habíamos jurado bandera".



Tampoco quisiera que la opinión personal que cada cual tenga sobre la guardia civil condicione la lectura de la obra. A fin de cuentas, cada día nos tragamos por cine y televisión la épica de marines, rangers, CSI, CIA, FBI, NSA, NCIS y demás cachocarnes americanos sin rechistar. Por encima de todo, La Marca del Meridiano es buena novela que agradará a los amantes del género policíaco y a quienes gusten de abordar historias bien escritas.

febrero 23, 2013

Ferran Torrent OMBRES EN LA NIT


“Des que havia nascut no féu una altra cosa que treballar, lluitar, fugir, tractant d’arribar a tindre algun lloc al mon, i quan l’havia assolit, un ressort aliè li evitava insmiscir-s’hi amb la sensació que no pertanyia, tot i la seva condició de gitano apàtrida, als abismes de la vida”.


Un metge nazi fugit i amagat; un escamot jueu que actúa de forma descontrolada.; un gitano valencià que torna a la seva ciutat amb una missió; agents del SIS anglès; cel.lules comunistes en la clandestinitat de la Espanya de la posguerra; estrangers sense passat; espies al servei de Stalin... Només aquestes pinzellades ja van ser suficients per a despertar el meu interés per la novel·la que ens ocupa. De fet, l’únic que no em va encaixar a l’hora d’abordar la lectura de Ombres en la Nit va ser el seu autor: Ferran Torrent. I es que la temàtica del seu llibre semblava allunyar-se de l’estil a que ens té acostumat l’escriptor valenciá.


“D’allà se n’isquè encara més convençut que la vida era el present i la maleta l’únic paiís que admetia”.


El resultat no ha estat ni de bon tros a l’alçada de obres com L’illa de Holandés o Societat Limitada. Es nota a faltar el sentit de l’humor acid d’en Ferran Torrent o la seva sensibilitat a l’hora de retratar persones o situacions. Ombres en la Nit presenta una trama fosca de la que, sota el meu punt de vista, l’autor no s’acaba de sortir. Manega tants personatges a l’hora que no arriba a aprofundir en cap d’ells, deixant al descobert una trama, per desgràcia, feble i força previsible.

No vull dir tampoc que Ombres en la Nit sigui un mal llibre. Pero pot ser esperaba més per part de l’autor. Tampoc s’ha d’entendre aquesta crònica com a una crítica destructiva. A aquestes alçades, Ferran Torrent no necesita demostrar res a ningú. Sa trajectòria parla per si mateixa de la seva qualitat com a escriptor.


Estic convençut que la propera obra d’en Torrent que passi per aquest bloc compensarà la escasa valoració que Ombres en la Nit m’ha merescut.

febrero 11, 2013

Albert Sánchez Piñol VICTUS


"Me iban a matar. No, peor; codos y rodillas me transportaban a una negrura más infeliz que la muerte. Y todo por un viejo encorvado, un enano deforme, un niño cafre y una puta morena. Ya que los poetas no se atreven lo diré yo.
El amor es una mierda"

En literatura, la mayoría de autores eclipsan a sus novelas. La prueba es que resulta más fácil recordarlos a ellos que a sus creaciones  Todos conocemos a Donna Leon, por ejemplo, pero pocos diremos de corrido y sin pensar el título de alguna novela suya. Hay obras, sin embargo, que imponen su notoriedad por encima del autor que las ha escrito. Creo que es el caso de Victus, un título con capacidad de trascender a su época y convertirse en un clásico de la literatura.

Albert Sánchez Piñol ha logrado parir una obra atemporal, que reúne mucho de lo bueno que la literatura puede aportar: Tragedia, humor, drama o aventura, al servicio de unos valores tan perennes como la solidaridad, el odio, el  egoísmo, el amor y la esperanza.

La guerra de Sucesión, el feroz asedio de Barcelona por parte de los Borbones, la caída de la ciudad en 1714 y  la abolición por conquista de los derechos históricos de Catalunya, constituyen aún hoy, tres siglos más tarde,  una parcela de la historia controvertida, mal conocida y peor explicada.  De hecho no faltará quien se rasgue las vestiduras al descubrir la visión de España que Vifctus muestra.

"No querían darse cuenta de que Castilla y Cataluña estaban en guerra exactamente del mismo modo que Francia e Inglaterra; que España era un nombre bajo el que se ocultaba una realidad que se apoderaba de la política, el comercio y, si me lo permiten, hasta del sentido común"


Cabe señalar el enorme trabajo de documentación desplegado por el autor. Y su lenguaje claificador, alejado de dogmas. Sin embargo, Sánchez Piñol ha tenido la maestría de no crear una novela como excusa para explicitar el hecho histórico, sino utilizar éste para crear un libro universal.

Victus está muy bien escrito. Su estilo es ágil, ameno y conciso, ejecutado con una prosa impecable. Leyéndolo no es difícil pensar en grandes como Dumas, y las evocaciones a la litreratura española del siglo de oro son evidentes: Cervantes, Lope de Vega… ¡Quevedo no!. Quizá sea éste uno de los motivos que inclinó a Albert Sánchez Piñol a escribir esta obra –precisamente ésta- en castellano.

En definitiva, Victus es mucho más que un homenaje a un pueblo, a una ciudad o a un país. Estamos ante una novela monumental e imprescindible.

enero 29, 2013

PREMIOS TRUÑOLIBRO 2012


Tras intensa deliberación el jurado de ALQP ha decidido por unanimidad DECLARAR SIN GANADOR (QUE NO DESIERTO) EL PREMIO TRUÑOLIBRO A LA PEOR OBRA LEÍDA EN 2012.

Este resultado, que en cualquier certamen normal llevaría al desánimo, es sin embargo aquí motivo de alegría y alborozo, pues significa que durante un año mis sentidos han permanecido a resguardo de los nefastos efectos de la prosa emponzoñada.

Tampoco hay que creer que en 2012 todos los libros que he leído han sido buenos. El mal siempre acecha y puede anidar tras un título sugerente, agazapado bajo la respetabilidad de un autor laureado o campando a placer por la nueva obra de ese escritor cuyo anterior libro tanto te había gustado.  Pero, llámenme blando, ninguna de estas obras ha sido tan horripilante como para figurar al lado de truños tan reconocidos como “El pont dels jueus” o “El Ángel Perdido”.

En todas las novelas que he leído en 2012 he hallado algún elemento rescatable,-oculto a veces, bien es cierto- que acababa redimiendo el escrito. Quizá la excepción haya sido “Trapos sucios” de David Lodge, en la que nada bueno he encontrado, pero se trata de un libelo tan insustancial que no merece premio alguno, tan siquiera el de peor libro.

Reconozco también que en esta decisión pesa un cierto espíritu corporativo, exacerbado desde que vuelvo a escribir. Y es que no puedo tildar como truño la obra de autores aún no consagrados, con lo difícil que está esto de tratar de vivir de la literatura.

Por tanto, este año el premio no se dirige a ninguna obra ni autor concreto sino que tendrá un carácter genérico.

El premio Truñolibro 2012 va dedicado a todos aquellos autores que creen que un libro serio no puede tener menos de 500 páginas y que se aplican a ello inflando con toneladas de letra vacua obras que, despojadas de tanta paja literaria, ganarían una barbaridad.


Imagino que Santiago Posteguillo reúne méritos más que sobrados para recibir el premio en nombre de tantos y tantos autores.  Pero se salvará ya que aún no he leído ninguno de sus libros –no me atrevo- y solo puedo juzgarlo por el amedrentador grueso de  sus tomos, con los que podría calzarse un Boeing. Por tanto,  hago custodio del premio a Félix J.Palma, cuyas novelas casi dislocan mis brazos y sobre las que en su día recomendé, con todo cariño, pasar una buena tijera podadora. 

Felicitando a los que se crean merecedores de esta distinción, sólo queda esperar que en 2013 el certamen continúe sin ganador. Nuestra salud mental lo agradecerá.